lunes, 21 de diciembre de 2009

ANHELO


Cuando un año empieza, todos tenemos esperanzas nuevas, y buscamos la fuerza para hacer nuestros sueños realidad.


Que el deseo sea encontrar el camino, sin egoísmos ni desánimos, con la verdad, la solidaridad y la justicia como las armas invencibles que debieran ser.

Que sepamos ser agradecidos por lo que tenemos, y capaces de luchar por lo que ansiamos.

Que entendamos que necesitamos de los demás, y de nuestro verdadero ser, para lograrnos.

Que la amistad nos sostenga, y el amor nos abrace.

Que cada uno de nosotros consiga lo que necesita, que no siempre es lo que desea, entendiendo que los éxitos y los fracasos son parte de la vida.

Pero, por sobre todo, que nunca bajemos los brazos, que no perdamos la sonrisa, y que pensemos en el mañana como los niños pequeños lo ven: una gran aventura llena de sorpresas.

A todos, un gran abrazo, y fuerza para este 2010 que comienza.

Con sincero afecto

Apnut

jueves, 17 de diciembre de 2009

Para los desilusionados de Internet: Suicidio virtual


El proyecto Seppuko.com propone un suicidio virtual inspirado en los rituales de los samuráis japoneses a todos aquellos que hayan llegado a la conclusión de que la vida es algo más que una identidad digital.

Tal vez haya llegado el momento de reconocer que pasa demasiado tiempo en Facebook y ha decidido que es hora de cortar por lo sano. Si no quiere limitarse a cancelar su cuenta sin más, puede optar por despedirse de la red social con un suicidio virtual.
Esa es la posibilidad que ofrece Seppukoo.com para aquellos que han llegado a la conclusión de que la vida es algo más que una identidad digital: una inmolación (sólo virtual) inspirada en los rituales de los samuráis japoneses (seppuku) que cometían suicidio para recuperar el honor perdido.
Para “suicidarse desde Seppukoo, el usuario sólo tiene que seguir unos sencillos pasos: primero, introducir su nombre y contraseña de Facebook; después, elegir el aspecto de su página de despedida, con las imágenes y frases que desee dejar como obituario.
Después, la web enviará sus últimas palabras a todos los contactos en Facebook, desactivará la cuenta y creará una página en recuerdo del finado. Esas páginas se almacenan en una especie de cementerio virtual, donde se pueden visitar las “tumbas” de los inmolados y dejar mensajes y condolencias.
Además, hay una competición entre los espíritus liberados de la tiranía digital, que otorga puntos en función del número de amigos que se unan al ritual de purificación. Cuantos más contactos se logre impresionar con este acto social extremo, más puntos se acumulan en el ranking.

En realidad, toda la idea es una mezcla de parodia y crítica creada por un grupo de artistas italianos, bautizado como Les Liens Invisibles. Su intención es denunciar cómo las redes sociales están controladas por grandes corporaciones que sacan provecho de la información de los usuarios. Seppukoo pretende invertir ese proceso convirtiendo el suicidio ritual en una experiencia social excitante.
Otros proyectos-denuncia de dos miembros de este grupo, Clemente Pestelli y Gionatan Quintín, son Google is not the map y Subvertr, que parodian respectivamente a Google Maps y Flickr.
Para dar ejemplo, los trece miembros del grupo (entre ellos los perfiles de Kurt Cobain, Jim Morrison, Elvis Presley, Chet Baker, Romeo y Julieta, Virginia Woolf y Cleopatra VII) cometieron un suicidio colectivo el pasado 5 de noviembre, iniciando así una campaña viral a la que se han unido hasta ahora 20.000 usuarios.

Si alguien comete Seppukoo y después se arrepiente, siempre puede “resucitar”: para ello sólo tiene que volver a entrar en Facebook con su usuario y contraseña, y su cuenta se reactivará. Eso sí, no podrá volver a cometer suicidio, y seguramente su honor quedará mancillado para siempre.

(Info extraída de www.baquia.com)

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Qué significa el Mate para los argentinos?


Muchos argentinos, muchísimos, casi todos, toman mate. Y muchísimos uruguayos y paraguayos también. Yo no. No sé por qué, simplemente no me gusta mucho. Y en mi familia no lo aceptan del todo. Mi abuela me lo ofrecía con cedrón, o con cáscara de naranja. Mi madre y mi hermana matean casi a diario. Mi sobrina, antes de cumplir un año, todavía en pañales, pedía mate. Mis amigos (salvo algunos de los que no viven en Argentina), matean. No tomo mate, pero entiendo, me encanta, y comparto, todo lo que el mate significa. En reuniones frecuentes de chat, cada tanto alguien va a "poner la pava para unos mates". Una de esas personas es mi amiga Luz, en quien pensé de inmediato cuando recibí este escrito sobre el mate, que me envió mi mamá, como diciendo "¿ves de lo que te perdés por no tomar mate?". Me gustó mucho, y lo comparto con ustedes. Lamentablemente no sé quién lo escribió, pero retrata cálidamente el significado profundo de una mateada.

"El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.

Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed.
Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda: '¿unos mates?'.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar.
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'.

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es un país en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No es porque sí.

El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...

Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. Es querible la compañía.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'.
Es el compañerismo hecho momento...

Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.

Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.

Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.
¿TE SENTISTE INCLUÍDO?....
Compartilo entonces con quienes alguna vez tomaste un mate".

lunes, 7 de diciembre de 2009

ESCRIBIR CON SÓLO PENSARLO...


El ser humano puede sufrir limitaciones considerables en su interacción con el mundo, tanto físicas como mentales. Uno de los tantos objetivos de la tecnología es mitigar o incluso derrotar por completo a esas limitaciones, para mejorar la calidad de vida de aquellos que las padecen. En esta ocasión, un software especial combinado con una delicada técnica de implantes ha permitido que pacientes con serios impedimentos motrices puedan escribir letras directamente en una pantalla, utilizando sus mentes. Obviamente, el método necesita aún mucha investigación adicional, pero representa los primeros pasos de lo que podrían ser dispositivos revolucionarios para la comunicación futura.
Algunas de las condiciones que puede padecer un ser humano son capaces de afectar en forma drástica su habilidad para realizar acciones básicas. Hablamos de algo tan elemental como caminar, levantarse de la cama, o incluso tomar un lápiz con la mano. Lamentablemente, la medicina aún se encuentra muy atrasada en ciertos campos, lo que nos obliga a buscar formas de convivir con estas condiciones, y asistir lo mejor posible a aquellos que las sufren. La tecnología está cumpliendo un papel fundamental, tanto a la hora de asistir como a la hora de buscar una solución definitiva. Esta vez no se trata de algo que posea el potencial de curar la parálisis o aquellos problemas motrices graves, pero se trata de algo crítico para el ser humano, y es la capacidad de comunicarse con otros.


Al contrario de las típicas aplicaciones externas, el proceso involucra una delicada operación cerebral

Un grupo de investigadores en la Mayo Clinic de Jacksonville han descubierto que los pacientes pueden hacer que aparezcan letras en la pantalla utilizando la mente, solamente con enfocarse sobre la letra cuando es presentada con una matriz de símbolos especiales. El estudio se enfocó en dos pacientes que recibieron implantes de electrodos directamente en sus cráneos, y en la superficie cerebral. A este método se lo conoce como craneotomía, la cual permite utilizar una técnica de registro llamada electrocorticografía, mucho más precisa que la electroencefalografía, ya que le permite a los electrodos acceder a una calidad de señal muy superior.
Se estima que cualquier dispositivo que sea desarrollado en el futuro requerirá alguna clase de implante cerebral, además de una serie de calibraciones adecuadas para cada paciente. Al mismo tiempo se considera necesario a un ordenador capaz de recibir el software que pueda interpretar las señales provenientes del cerebro. Actualmente las limitaciones técnicas son muchas, pero si tenemos en cuenta la tasa de miniaturización que han alcanzado algunos dispositivos, al punto de contar con un ordenador completo en el tamaño de un teléfono móvil, es probable que cuando estos dispositivos salgan a la luz, se pueda acceder a un poder de procesamiento lo suficientemente pequeño como para poder ser implantado en el cuerpo.
Para la prueba, los pacientes se sentaron delante de una pantalla conectada a una computadora con el software de los investigadores, capaz de interpretar las señales eléctricas procedentes de los electrodos. Se les pidió que miraran a la pantalla, dividida en una red de 6x6 con una sola letra en cada cuadrado. Cada vez que una letra emitía un brillo y el paciente se fijaba en ella, los electrodos enviaban la respuesta del cerebro a una computadora. Entonces se pidió a los participantes que centraran su atención en unas letras específicas. Cuando lo hacían, como por arte de magia, aparecían escritas en el ordenador. Si se fijaban (por ejemplo) en la "q", esa letra, y no otra, aparecía en el monitor. Los aciertos fueron plenos.
Los científicos estudian ahora cómo perfeccionar esta técnica que requiere cirugía, aunque todavía se desconoce cuántos electrodos deberían ser implantados. Además, debe adaptarse a cada paciente concreto.
"Alrededor de dos millones de personas en los Estados Unidos podrían verse beneficiadas por los dispositivos de ayuda controlada por una interfaz cerebro-ordenador", señaló el investigador principal, Jerry Shih. "Este estudio es un pequeño paso en el camino hacia el futuro, pero representa un proceso tangible en la utilización de las ondas cerebrales para hacer ciertas tareas". Cada día, la tecnología bien utilizada puede ayudar más al ser humano. Ojalá siempre sea utilizada prudentemente...
(Información suministrada por NeoTeo e Infobae)

sábado, 5 de diciembre de 2009

Foro de Cambio Climático de las Naciones Unidas


Preservar la Naturaleza, protegerla, amarla, es una de las cosas más hermosas que podemos hacer para dejar una herencia valiosa a los seres del mañana, humanos y de otras especies (quizás la más valiosa que existe, porque es la herencia de la Vida).
Nuestro planeta está en problemas, todos lo sabemos. Y a algunos (cada vez a más) nos preocupa. Pero TODOS podemos hacer algo, aún pequeñísimos gestos, para ayudar. Por éso La Guarida de Apnut hoy  pone éste enlace, e invita a Blogs amigos a unirse, y a todos los que pasen por aquí, a firmar la petición que se leerá en Copenhague en el Foro que comineza el lunes.

BIENVENIDO A HOPENHAGUE.

Hopenhague es un movimiento, un momento y una oportunidad para un nuevo comienzo. Es la esperanza que éste diciembre en Copenhague –durante el Foro de Cambio Climático de las Naciones Unidas- podamos construir un mejor futuro para nuestro planeta y un modo de vida más sustentable. La esperanza de poder crear una comunidad global que lleve a nuestros líderes a tomar las decisiones correctas. Es la promesa que al solucionar nuestra crisis ambiental, podamos solucionar nuestra crisis económica a la misma vez.
Hopenhague es cambio, y ese cambio será alimentado por todos nosotros.

¿POR QUÉ ACTUAR?

El cambio no sucederá a menos que la gente lo exija. Por eso existe Hopenhague, para darte un grito y las herramientas para exigir un resultado positivo en Copenhague. Firmar la Petición Climática de la ONU es sólo el primer paso. Necesitamos tu ayuda para activar a Hopenhague en tus comunidades, para que el movimiento crezca. Esto necesita ser un movimiento de la gente, con suficiente gente involucrada para que nuestros líderes no lo puedan ignorar.

FIRMA AQUÍ LA PETICIÓN