miércoles, 5 de mayo de 2010

A tomar un café...

Cuando tenía 12 años, mi escuela participó en una Feria de Ciencias y me seleccionaron para representarla en las diferentes instancias. El tema elegido era el café, que en aquellos tiempos (no diré cuándo) estaba empezando a plantarse con moderado éxito en mi provincia. Fueron días y días de estudiarlo todo sobre el café, desde su descubrimiento, pasando por las diferentes maneras de prepararlo, hasta las distintas variedades, sus enfermedades, sus propiedades, cómo era el desarrollo de la planta en diferentes geografías… Hasta tuve mi propio cafeto, que me vi obligada a obsequiar a un político pedigüeño (era muy chica para atreverme a decirle que no…).
Tanto investigamos, y tanto estudiamos, que ganamos el premio a nivel nacional. Desde entonces y hasta hoy, soy una amante del café. Mi día no comienza bien si no hay una taza de este maravilloso brebaje en mi estómago, si no he disfrutado su exquisito aroma. Me despierta, me energiza, me hace tener la sensación de que todo está bien.
Además de todas estas bondades, continuamente descubren en él nuevas propiedades, y he aquí una pequeña lista de padecimientos que alivia:
Cáncer. Estudios científicos demuestran que los bebedores de café son un 50% menos propensos a padecer cáncer que quienes no consumen esta bebida. Los efectos preventivos son especialmente relevantes en cáncer de colon, mama y próstata.
Diabetes. Según una investigación realizada por el Instituto George de Salud Internacional en la Universidad de Sydney (Australia), por cada taza de café adicional consumida en un día se reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un 7%. El efecto positivo se consigue también bebiendo café descafeinado.
Mal aliento. Científicos de la Universidad de Tel Aviv demostraron en 2009 que el extracto de café puede inhibir en nuestra boca el crecimiento de las bacterias causantes del mal aliento.
Enfermedad de Parkinson. Estudios científicos realizados en Estados Unidos y Europa prueban que el consumo diario de una a tres tazas de café se asocia con una menor incidencia de la enfermedad de Parkinson. Además, experimentos con ratones realizados recientemente en la Universidad de Florida indican que esta bebida podría reducir también los síntomas del Alzheimer.
Longevidad. Según una investigación realizada el año pasado, beber seis tazas de café normal o descafeinado a diario se asocia con un menor riesgo de morir a causa de enfermedades cardíacas, cáncer y otras patologías

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