martes, 2 de marzo de 2010

EL TERREMOTO Y EL EJE

El planeta está pasando por una etapa de cambios. Para él (para el planeta) posiblemente son normales, de rutina, insignificancias de su fisiología. Imaginemos que es un adolescente que crece, que a veces estornuda, que parpadea, que se rasca, que se estremece. Cosas normales. Pero a nivel microscópico, un simple golpecito en la rodilla, por ejemplo, ocasiona que miles de vasos sanguíneos se rompan y provoquen un leve moretón. Si imaginamos que los seres humanos somos habitantes microscópicos que vivimos sobre el cuerpo de este adolescente, cualquier cosa que le suceda altera nuestra existencia, aunque no cambie significativamente en nada la vida de este chico, verdad? Bien, debemos entender de una vez, que a pesar de nuestra soberbia, nuestras ínfulas de grandeza, somos verdaderamente minúsculos, insignificantes para el infinito Universo. Así que lo mejor es aceptar que los cambios suceden, que la Tierra es un ser vivo en constante cambio, y que lo mejor que podemos hacer es tratar de entenderla y vivir en armonía con ella, cuidándola, pero sabiendo que habrá siempre lo que para nosostros son desastres, pero para ella sólo son sucesos de su evolución. Esto no quiere decir que no lamentemos las muertes o los destrozos, por supuesto, pero sí que debemos entenderlos como lo que son, consecuencias pequeñas de ajustes de un Universo enorme.

El terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter ocurrido el sábado en Chile, que ha dejado al menos 700 muertos, redujo muy levemente la duración del día y desplazó el eje de la Tierra en ocho centímetros, según los datos de la agencia espacial estadounidense (NASA).
En un artículo publicado en la revista 'Business Week', el geofísico de laboratorio de la NASA en Pasadena, California, Richard Gross, indicó que los terremotos pueden desplazar hasta cientos de kilómetros de rocas en espacios muy reducidos, lo cual modifica la distribución de la masa en el planeta y afecta a la rotación de la Tierra.
Este pequeño cambio queda englobado "en cambios más grandes debido a otras causas, como la masa atmosférica que se mueve sobre la Tierra", indicó el decano de Geofísica de la Universidad Nacional Central de Taiwan, Benjamin Fong Chao.
A partir de cálculos elaborados mediante métodos informatizados, la NASA ha constatado que, a causa del terremoto de Chile, el eje de la Tierra se ha movido ocho centímetros y que "la duración del día se debe haber acortado 1,26 microsegundos (millonésimas de segundo)".
No es la primera vez que se detectan cambios similares tras un terremoto. El día se redujo en 6,8 microsegundos a finales de 2004 a causa del seísmo de 9,1 grados registrado cerca de Sumatra, que provocó el mayor 'tsunami' de la historia.
El efecto del patinador sobre hielo
David Kerridge, al mando del equipo de Investigación Geológica de Reino Unido en Edimburgoe British Geological Survey in Edinburgh, lo explica así: "Cuando una patinador sube sus brazos cuando está dando vueltas consigue ir a más y más velocidad. Es la misma idea: la tierra está girando y si cambia la distribución de la masa, el tiempo de rotación cambia".
Según el profesor de la Universidad de Liverpool Andreas Rietbrock, que lleva tiempo estudiando la zona donde se produjo el terremoto de Chile, la Isla de Santa María, cerca de Concepción (la segunda ciudad más grande del país y una de las más dañadas por el sismo) podría haberse elevado unos dos metros como consecuencia del temblor.
También podría ocurrir lo contrario. Según recoge la CNN, en base a estimaciones científicas, si la presa de Tres Gargantas de China se llenase, sumando 40 kilómetros cúbicos de agua, produciría, debido a su peso, un incremento en la duración del día de 0.06 microsegundos.

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